Citroën C3 2017

Hace unos días (finales de abril 2017) tuve la oportunidad de probar el nuevo Citroën C3 con el equipamiento Shine. Con él pude hacer tanto recorridos largos, como de ciudad, y la verdad es que esperaba más, o al menos, que fuera superior al modelo que precede, del cual guardo buen recuerdo con ese cristal panorámico.

Digamos que en sí el coche, es más tecnológico, pero tengo la sensación de que han puesto ciertos detalles a las prisas o sin pensarlo bien, y me explico: Empezamos por el salpicadero, en el modelo anterior era de tacto blando y muy agradable, ahora solo ves plástico duro por todas partes, eso sí, no generan ningún tipo de ruidito extraño, dando la sensación de estar bien terminado.

Seguimos con ajustar asientos y espejos, cuando voy a buscar el mando para nivelar los espejos exteriores, veo que están en un sitio un tanto extraño, a la izquierda del volante, por lo que al regularlos, tienes que mover el cuerpo para darle al mando y volver a tu posición de conducción para ver si están bien regulados, extraño la verdad.

El espacio de las plazas traseras, sí que me pareció algo mayor, y el hueco del maletero también lo encontré adecuado para este tipo de vehículos y segmento.

Después de esto, cuando ya estoy en ruta, veo que el GPS que tenía mi unidad, está en un sitio que lo encontré muy bajo y que además hay partes que tapa el volante, o mi mano que está puesta en el mismo, teniendo que separar la vista de la carretera para saber que dice esa vocecita que proviene de ese artefacto que han puesto ahí en medio, no de los altavoces, que sería lo lógico, o al menos como hacen el resto de marcas. Además, todo está integrado en esta pantalla, hasta el climatizador lo tienes que ir a buscar ahí y todo esto aderezado con botones táctiles, que te obliga una vez más a separar la vista de la carretera.

En cuanto al comportamiento, si he de decir que gasta muy poco combustible, pero el motor un puretech de 82cv… bueno, sé que con esa potencia no puedo pedirle peras al olmo, pero se muestra realmente perezoso en autopista.

La conducción en general no está mal, la suspensión tira a blandita y la dirección no informa bien de lo que pasa en la carretera, esto realmente no es un problema a no ser que vayas a hacer rallyes con él.

Sí que me parecieron un tanto incómodos los asientos delanteros, ya que después de dos horas al volante empiezas a sentirte algo molesto, pero entiendo que este coche no es para hacer largas distancias. Y efectivamente, la ciudad es su aliado, ya que en cortas se mueve con ligereza, además, la dirección aquí sí ayuda, ya que en las maniobras de estacionamiento, se asiste aún más automáticamente facilitando mucho la maniobra.